Narrado por Jasper
No estaba seguro si Alice quería adoptar a esa pequeña porque nosotros jamás vimos esa posibilidad…tener hijos. Sin embargo ahora que esa posibilidad existía, los ojos de mi hermosa bailarina brillaban como nunca.
-Necesita un nombre- dijo Alice de repente
-Ya tienes uno ¿verdad?- era obvio que ya había escogido un nombre. Su entusiasmo era contagiante.
-Sí…Cassidy. Cassidy Ann Cullen.
Sentí como si algo creciera dentro de mi pecho. El que tuviera el apellido Cullen, hacía todo esto más real.
Era encantador ver a Alice acunar a esa bebé. Como si ya fuera nuestra…nuestra ¿hija? Era extraño pensar así. Tener un hijo cambia todo, eso es seguro. Y aún así yo quería hacerlo.
Quería tener algo con Alice, algo que podamos decir “es nuestro”.
Alice la colocó en la cama. Estábamos acostados a ambos lados de ella. Viéndola dormir. Ahora comprendía a Edward. Verla dormir fue…especial.
De repente Cassidy comenzó a moverse inquieta, en lo que yo supuse, era una pesadilla. Lo cual era normal después del trauma por el que pasó. Después empezó a jadear y a derramar lágrimas. Su llanto era muy bajo y tenía ese mismo tono de soledad, tristeza, angustia y miedo.
Alice tarareó una nana pero ella no se relajó. La tomó en brazos y la mecía mientras caminaba por toda la habitación. Y el llanto seguía. Cassidy tenía los ojos fuertemente cerrados como si no quisiera ver algo…o alguien.
-Dámela- le pedí a Alice
Me la entregó en seguida. La acurruqué en mi pecho mientras le daba palmaditas en su espalda. Alice se colocó a mi lado y me preguntó muy bajito por qué no usaba mi habilidad con ella para calmarla.
-No lo sé, creo que no es necesario- le contesté dudando.
Ni yo mismo sabía por qué no lo había hecho, pero lo importante es que ella al fin abrió sus lindos ojos y dejó de llorar.
Me acosté en la cama con ella en mi pecho. Sentí como se calentaba el lugar donde estaba mi corazón.
Su respiración se hizo más pausada y sus ojos se fueron cerrando nuevamente. Cerré los míos también en un intento de descubrir que me pasaba…
Sentí el flash de una cámara seguido de la voz de mi mujer.
-Y esta es la primera foto del álbum de Cass- susurró divertida. Se acostó a mi lado y esperamos el amanecer con ansías para poder regresar a casa.
Nuestro vuelo era a las 8 am, así que a las 6 Alice preparaba las maletas. Las compras de ella aumentaron nuestro número de maletas.
Con las maletas listas, luego cambió el vestuario de la niña. Cass estaba vestida de acuerdo a nosotros. Sonreí. Alice lo tenía todo planeado.
Al salir del hotel llamamos la atención ya que ahora nos íbamos con una bebé que aparentaba tener unos cuantos meses de edad, pero nadie hizo un espectáculo por eso.
Mientras íbamos en taxi al aeropuerto, la alimenté de nuevo. A diferencia de Reneesme, Dom y Cass parecían tener más tolerancia a la comida humana. Y fue un alivio. Yo no deseaba volver al bosque donde ella fue maltratada.
Alice quiso comprar (esta vez con la niña) algo más en las tiendas del aeropuerto, mientras yo cuidaba el equipaje. Al final Alice fue sola, Cassidy extrañamente prefería estar en mis brazos. Volví a sonreír.
Trajo 2 bolsas pequeñas. De una de ellas sacó un conejo de peluche y se lo dio a Cass.
Desde que abordamos el avión, ella no dejaba de morder el peluche. Su autocontrol fue increíble, de manera que sus dientes no desgarraron el muñeco. Era como ver a un bebé humano jugar. Alice continuó tomando fotos.
-Estas van a ser las favoritas de Esme- luego dijo dirigiéndose a la niña en francés –tenemos una gran familia esperándonos en casa. Te vas a divertir un montón con Nessie y Dom- susurró muy bajo –ellos son como tú-
Cassidy observar a Alice con sorpresa. Había entendido a que se refería.
Alice empezó a contarle acerca de cada miembro de la familia. Descripción física y carácter.
Tomé un gran respiro y detecté el maravilloso olor de la sangre de cada pasajero. Había unos más apetitosos que otros.
Pero por primera vez en toda mi existencia, supe que no mataría a nadie. No sólo porque apenas me había alimentado sino más bien se debía a la presencia de esta niña, cuya dependencia hacia mí, me hizo superar mi poca resistencia a la sangre.
Si ella dependía de mí para dormir tranquila, entonces yo dependía de ella para no ansiar la sangre humana. Ella se había convertido en mi amuleto. Un preciado amuleto que protegería de ahora en adelante.
Las horas pasaban y cada cierto tiempo ella necesitaba comida. Se irritaba al darse cuenta de que nada de lo que comía le agradaba. Una vez más no use mi habilidad, sólo le hable: -Pronto…cuando estemos en casa-
Ella sólo frunció el ceño y siguió comiendo. Su paciencia tenía límites. Alice sonrió al ver su enojo.
-Se parece a mí…somos bellas hasta cuando nos enojamos- mencionó Alice más que contenta.
Me limité a asentir. Tenía razón. Puede que no fuera nuestra hija biológica pero algunas de nuestras actitudes ya estaban en ella. Al igual que con Dom, la persona que los cuida es una gran influencia en ellos. Tal vez dentro de unos años, estaría diseñando ropa junto con Alice.
Por la noche aunque Alice era quien le cantaba y la mecía hasta que se dormía, era mi regazo el que hacía el papel de cuna. No se sentía cómoda al dormir en otro lugar que no fueran mis brazos.
Por fin llegamos a Atlanta. El viaje fue muy entretenido. Alice jugaba con Cass y le enseñaba inglés. Pero yo tenía prisa, quería que Carlisle la revisara y que Edward nos dijera los motivos de encontrarla en tan lamentable condición.
Al llegar al aparcamiento divisamos el BMW de Rosalie, era Emmett quien lo manejaba, él nos llevaría a casa.
-Hey, niños ¿cómo les fue? No mataste a nadie ¿verdad Jazz?- dijo Emmett como siempre bromeando, vengándose por las veces que yo lo vencí en las luchas.
-Claro que no, Em; en lugar de eso tenemos un nuevo miembro para la familia- Alice señaló a Cassidy.
-Woah. Muy linda- dijo Emmett después de peñizcar la mejilla de la niña.
-Soy Emmett…hmm…tu tío Emmett- se dirigió a ella con una sonrisa. La sostuvo uno minutos mientras yo metía las maletas en el auto.
-Cassidy quiere conocer a Nessie y a Dom- murmuró Alice
-No hay problema. Es mas a Dom le encanta tener chicas nuevas en casa. Es seguro que Rose te prefiera como nuera en lugar de Leah- empezó a reír a carcajadas.
Alice lo acompañó. Pero yo no. Un rugido se escapó de mi pecho. La sola idea de que ella estuviera comprometida, me enojaba. Retiré a Cass de los brazos de Emmett.
-Vámonos- exigí
-¡Que delicado!- se quejó Emmett
Alice volvió a reír.
Emmett esperó a que mi disgusto anterior desapareciera y a la mitad del camino a Forks preguntó: -¿Y dónde la encontraron? ¿En un orfanato?-
-No-dije de manera cortante –en el bosque- la apreté más contra mi cuerpo en un intento de no enojarme por el recuerdo.
Fui tan rudo en mi respuesta que Emmett no habló más.
Caía una ligera lluvia sobre la ciudad, lo cual llamó la atención de Cass. No había notado lo mucho que podían brillar sus ojos.
-Y llegamos- anunció Emmett en voz alta.
Una vez que el auto estuvo estacionado, Alice tomó a la niña y salió de este. Emmett y yo llevamos las maletas a la habitación. Alice permanecía fuera de casa en tanto que Emmett reunía a la familia.
-¿Otro más?- preguntó Edward con una media sonrisa.
-Otra…es una ella- aclaró Emmett mientras le guiñaba el ojo a Rosalie.
Los lobos no estaban lo cual me hizo sentir más cómodo. Todos estaban ansiosos.
-Pasa- le dije a Alice
Ella entró, como siempre bailando y con una sonrisa dibujada en los labios. Yo amaba verla feliz.
-Ella es Cassidy- anunció Alice en tono explicativo.
Todos la observaban pero ella ocultaba su rostro en el hombro de Alice.
-Es algo tímida- expliqué- Permíteme Alice- ella la depositó en mis brazos.
-Alice ya te habló de esto ¿verdad?- le dije mirándola a los ojos- Yo estoy aquí y te digo que no temas-
Me sonrió y clavó su vista en los demás. En ese momento comprendí por qué yo no usaba mi don con ella…prefería hablar con ella de manera natural, como sería si yo no tuviera esta habilidad.
-Qué hermosa- opinó Esme
-Muy linda en verdad- dijo Bella
Rose iba a decir algo también pero Dominic se le adelantó: -mi nueva princesa, bienvenida-
No me gustó el tono en que lo dijo. Para él todas las mujeres de esta casa eran sus princesas, y aunque dejó muy claro que quería a Leah como su reina, la forma en la que observaba a Cassidy lucía algo diferente…
-Bienvenida-concordó Reneesme. Se acercó para rozar la mejilla de Cass y luego se alejó.
-Ves le agradas a todos- le dije mientras besaba su mejilla.
Todos se quedaron atónitos, excepto mi dulce Alice. Nadie sabía lo mucho que yo había cambiado al tener a esta niña conmigo. Al instante Alice tomó otra foto.
-Momento para más recuerdos- sacudió la cámara.
-Espera- la interrumpí- Antes me gustaría que…Carlisle ¿puedes hacerle un chequeo?
Sólo por precaución. Las condiciones en las que la encontramos no eran normales.
Edward se estremeció al ver mis pensamientos.
-Sí, claro Jasper. Acompáñame-
-Edward- dije
Él asintió.
Así los 4 junto con Alice fuimos al despacho de Carlisle. Mientras los demás se quedaron en la sala.
1 comentario:
hola me gusta mucho tu blog, es interesante, muy bien escrito me encanto, espero te pases por mi blog y te suscribas, besos
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