lunes, 11 de abril de 2011

SEAN QUIENES SEAN, PODEMOS CON ELLOS


Narrado por Jacob

Aunque quería no podía dormir, hablé con Ness y en lugar de satisfacerme me puse más ansioso. Estaba cansado pero esa palabra ya no tenía lugar en mi mente porque ese lugar es para mi Nessie.


Gracias a mi negación de descansar, me  puse a patrullar con Seth, Quil, Embry, Paul y Sam (Leah estaba con Dom y Jared con Kim), ya que hace unas semanas, aparecieron licántropos desconocidos en nuestro territorio. Estuvieron rondando la reserva y mostraron un interés particular en la mansión de los Cullen, aunque nunca se acercaron.


Hace 5 días que no han regresado, pero igual no bajamos la guardia…quiero que éste lugar sea totalmente seguro para ella.


De seguro cuando Ness volviera lo primero que haría sería venir a la playa. Le fascinaba por completo el mar y el reflejo del sol en él. Bella había permitido que viniera a solas conmigo en sólo 2 ocasiones y me aseguré de que esos fueran los mejores días de su vida. Me es imposible olvidar el efecto que producen los rayos del sol sobre su cálida piel, ese tenue brillo sólo la hacía la más fantástica.


Mientras corría por el bosque en mi forma lobuna, y siendo seguido por Seth, mis ojos revisaban cada centímetro del lugar en busca de pistas o señales. El  aroma de “ellos” se percibía levemente en el ambiente y lo que me martillaba la cabeza era que aunque era obvio que buscaban a la familia Cullen, no habían intentado un ataque a pesar de que parte de la familia ya estaba aquí.


La simpática familia de chupasangres, que ya de por sí era grande, había aumentado con la adicción de los 3 encantadores semi-vampiros. Después de enfrentar a los Vulturis creí que no existía nada más por lo cual preocuparse y luego están estos lobos…me  intrigan…hay algo diferente en ellos.


Ya eran más de las 7 de la mañana ya habíamos terminado de patrullar, así que fuera de fase, Seth y yo volvimos a la mansión Cullen para desayunar e informar los resultados de a  búsqueda de hoy.
Como siempre Esme, la esposa del doctor Carlisle, nos recibió con un cálido “buenos días” y una amable sonrisa que nos hizo sentir como en casa.
Emmett estaba en el sofá viendo ESPN junto con Dom, éste abrazaba a Leah usando sus brazos como una trampa de osos…ese chico era muy exagerado, tal vez por eso la rubiecita histérica no estaba presente.
Luego de devorar unos ricos hotcakes con miel, le conversé a Carlisle acerca de  nuestra labor de hoy.


—Al igual que ayer: nada—dije algo cansino.
—Entiendo—contestó con el rostro preocupado—Es extraño que estuvieran tan alertas cuando Esme y yo regresamos, luego desaparecieron para volver a merodear cuando volvieron Em, Rose y Dom. Ahora dejaron de venir otra vez. Tal vez…
—Están esperando que regresen los otros—dijimos Seth y yo al mismo tiempo.
Los demás empezaron a prestarnos atención. Rosalie apareció.
—Es como si buscaran a alguien—mencionó Dom con tono ausente. Tenía la vista en el televisor pero su atención estaba en Leah.
Nos quedamos en silencio.
—Sólo nos queda esperar sin bajar la guardia claro—musitó el jefe del clan Cullen
—No se preocupen, seguiremos vigilando—les aseguré
—Gracias, en verdad les estamos muy agradecidos—
—De nada, Dr. C—contestó Seth que también se había sentado a  ver los deportes.
—Todos somos una familia ahora y debemos protegernos unos a otros—añadí
— ¿Familia? Por favor…es obvio que te refieres tu querida Nessie, si ella no fuese una Cullen, tú no estaría aquí—bufó Emmett con burla. Rose se rió con ganas.


Hice una mueca de disgusto. Vale, él tenía razón pero no tenía porque divulgarlo de aquella manera. Sus comentarios acerca de las relaciones de los demás comenzaban así y luego…empeoraban.
Simplemente lo ignoré.
El sol se asomó entre las nubes, dándole claridad a la mañana y yo sin embargo lo veía todo gris sin Ness a mi lado.


A las 8 Seth hizo llamada desde su celular…él quería hablar con Cass.
Para mí, esa muchacha era extraña. No se comportaba como si estuviese imprimada. Un rato es dulce  al siguiente es inexpresiva.
—Hola Cass, ¿estás bien? Ya llegaste ¿verdad? —
—Yo me divierto a costas de los comentarios de Em sobre Jake—
—Espero que tengas un maravilloso día—hizo una pausa—Cuídate ¿sí? —arrugó el ceño y su voz se puso melancólica
—Te extraño y…te…quiero—se sonrojó y apretó el celular
Al escuchar la respuesta de ella, una gran sonrisa se extendió por su rostro.
—Bye, besos— se despidió.
El día avanzaba y fue Carlisle quien realizó una llamada a Edward.
—Todo está bien. Desmond nos ayudó y ahora es como si fuéramos los nuevos del pueblo…otra vez.
—Sí, Edward—continuó él—Ya no frecuentan el lugar. Jacob y los demás  hacen guardia todos los días.
—Felicita a Bella de nuestra parte de nuevo—dijo. Al mirar los ojos  de su esposa agregó —Ya deseamos ver las fotos—


De repente Dom liberó uno de sus brazos del cuerpo de Leah y pidió con Cass.
Pude ver la incomodidad en el rostro de Seth. A él no le agradaba la relación casi romántica que había entre esos dos.
—Buenos días, princesa—dijo él con voz melosa
— ¿Te encuentras bien?—
—Genial ¿Y Nessie? —
—Recuerda que voy a ir a recogerlas al aeropuerto—
—Nos vemos, te quiero—
Apenas Dom pronunció esas palabras, Seth empezó a hablar con amargura en su voz.
— ¿Por qué lo haces? —
— ¿Hacer qué? —implicó él de forma inocente
— ¿Por qué si amas a  Leah, si ella es tu novia, actúas como si estuvieses enamorado de Cassidy? —lo atacó con el ceño fruncido
—No estoy actuando—contestó con voz seca mientras  volvía a  abrazar a Leah con ambos brazos—Sí me gusta Cassidy. Sería idiota el hombre que no se enamorara de ella—dijo con voz más tranquila mientras jugaba con el cabello de la hermana de Seth.
— ¿Qué? ¿Estás admitiendo que…?—bufó molesto mientras se levantaba del sofá.
—Sí, estoy enamorado de ella—interrumpió Dom a Seth poniéndose de pie y tomando a Leah de la mano—Aunque no es la misma clase de amor que siento por Leah, igual la quiero. Estoy imprimado igual que tú, ¿sabes? —explicó para luego añadir—Así que ya no discutas ¿ok? A ninguna de nuestras chicas les gusta eso.


Seth abrió la boca para decir algo pero luego se arrepintió. Se relajó por completo cuando  Dom y Leah salieron de casa ante la mirada de todos los presentes y no regresaron hasta el atardecer.
La única novedad fue un mensaje de texto que la pequeña Alice le envió a Esme. Era la foto de Bella cuando recibió su diploma, no fue necesario una sonrisa de parte de ella porque igual lucía guapísima.


Todos pasamos la noche allí, aunque Dom y Seth no se hablaban. Leah dormía en una habitación de huéspedes que quedaba al lado de la de su novio…la única que reclamó fue Rosalie, pero ella hace lo que sea para ver a su  hijito sonreír. Seth y yo preferimos los muebles de la sala, igual los Cullen no nos molestan con sus actividades nocturnas. Eran terriblemente sigilosos. Como gatos los enemigos naturales de los perros.
Creo que me encontraba en mi quinto sueño cuando sentí un golpe seco en mi brazo y luego el olor a vampiro me espabiló. La rubia loca me había golpeado y me pasó mi celular. Era una llamada de Nessie. Todas las ganas de dormir se fueron por el inodoro al instante en que escuché su hermosa voz.


Me desvelé hablando con ella de cualquier cosa…incluso de la graduación de Bella y del hecho que nadie dejaba de mirarla. No sé porque me daba la impresión de que cada vez que hablábamos de ella, Ness trataba de cambiar el tema…ese era un signo de incomodidad por parte de ella así que en seguida le hablaba de alguna tontería. Hasta le comenté el altercado entre su primito y Seth  y ella prometió no decírselo a Cass. Vale, ese tema terminó allí. Después sólo charlamos de nosotros y de las pocas horas que faltaban para estar juntos.

Al siguiente día nada. La madrugada fue tranquila según los informes de Sam, así que continuamos con nuestra rutina en casa de los Cullen. El día estaba más aburrido de que nunca, tal vez porque esperaba a Ness, así que a eso del  mediodía me fui junto con Seth, Leah y Dom a la Push. Seth no podía evitar rechinar sus dientes cuando veía a su hermana siendo besada por el chico que admitió que estaba “enamorado” de su Cassidy. Lamentablemente en eso yo no podía ayudarlo.

Volvimos a la mansión a la hora del crepúsculo, listos para una nueva ronda de vigilancia esta vez ampliaríamos el terreno, ya que los demás pronto estarían en casa, y si la teoría del doctor Cullen era cierta, debíamos mantener a esos licántropos lejos.

Creo que ya eran las 9 de la noche cuando Dom y sus padres subieron a una lujosa van de color negro que estaba en el garaje para dirigirse al aeropuerto. El vuelo de Nessie se había adelantado. Yo también iba a ir pero Collin y Brady llegaron corriendo a  informar que los lobos habían vuelto, por lo que me marché junto con Seth. Leah y los más jóvenes se quedarían junto con el Dr. Cullen y su esposa, sólo por si acaso. Yo no planeaba dejarles acercarse a este terreno.

Entramos en fase mientras corríamos y a mis flancos aparecieron Quil y Embry, listos al igual  que nosotros.

Podía escuchar la sorpresa de Sam. Esta vez eran más y lucían muy organizados. Me percaté de que algo nos seguía por detrás a una gran velocidad. Es Emmett—pensó Seth.
—Tenía curiosidad—dijo cuando estuvo a nuestro lado—

No nos tomó mucho tiempo llegar hasta donde se encontraban y me sentí aliviado al notar que a pesar de su táctica de organización, éramos nosotros quienes los teníamos acorralados además de que teníamos a un vampiro de nuestro lado.

Licántropos al igual que nosotros. Grandes. Oscuros como la noche y de ojos rojos. Sí, tenían algo diferente…algo más terrorífico.

Nadie se movía. Ellos tenían sus ojos sobre Emmett. De repente un hombre surgió del centro de su grupo. Era alto y musculoso, con una gran melena color caoba.

—Soy  Alex, y esta es mi manada. No hemos venido a pelear, sólo seguimos el rastro de un vampiro que consideramos un peligro para todo ser que se considere vivo—explicó con calma.
Salí de fase al instante mientras Sam y Seth se acercaban más a mí.
—Pues deben haberse equivocado—dije—los vampiros que viven en esta zona son buenos y mantenemos un tratado con ellos, como pueden ver aquí no hay amenaza—

Se escucharon varios aullidos de su grupo que él acalló con un movimiento rápido de mano.
—Puedo ver que…hemos notado eso. Pero es nuestra obligación vigilar. Este vampiro mató a uno de los nuestros entre otros animales, con una técnica muy extraña—frunció el ceño—no venimos por venganza mas bien por advertencia—
— ¿Advertencia? —bufó Emmett—No la necesitamos.
—Sí, sí la necesitan, incluso ustedes pueden estar en peligro—insistió Alex
— ¿Y ustedes se preocupan por la seguridad de los vampiros? —Inquirí desconfiado
—Nos preocupamos por toda clase de vida o existencia…no odiamos a los vampiros que cazan animales en lugar de personas—aclaró
Todo quedó en silencio de nuevo.
—Agradecemos la preocupación, pero estaremos bien. Nunca bajamos la guardia además de que no han atacado este lugar—dije para finalizar—Esperamos no verlos más por aquí—agregué
—Cierto es que sólo ha atacado una vez. En una noche de luna llena como ésta. Pero es su apariencia lo que nos intriga y…que es obvio que no tiene autocontrol, podría morir cualquiera—explicó desesperado por que entendiéramos la situación.

Miré a Sam y luego a  Emmett. Vale, yo también me estaba asustando pero en realidad no he visto nada más peligroso que esos Vulturis. ¿Se referirán a ellos? Deben haberlos seguido desde Italia, ¿no?

—Entiendo—decidí—Estaremos pendientes pero les pedimos que no se paseen en nuestro territorio, si lo encontramos, nos haremos cargo—
—Pero por supuesto que sí—exclamó Emmett emocionado
—Bueno eso es todo…nos retiramos por ahora…venimos desde Francia y el camino de regreso es largo—contestó algo desconfiado. Era obvio que quería asegurarse de que ninguno de los Cullen era a quien buscaban pero yo jamás los dejaría acercarse a Ness ni en broma.
Se retiraban lentamente. Hasta que sólo quedó Alex para agregar —Deseo en verdad, que no mueran— y su tono me causó escalofrío.

¿De verdad podríamos tener una amenaza tan cerca y no darnos cuenta?

Poco a poco nosotros también nos retiramos.

viernes, 1 de abril de 2011

Un nuevo día


Narrado por Renesmee

El tiempo vuela cuando realmente disfrutas de la vida…y de tus seres queridos.
Hace más de cinco años que mis padres y yo vivimos aquí en New Hampshire, ya que mamá estudiaba Literatura en la Universidad de Dartmouth y yo asistía a un colegio privado en el mismo lugar.
Mamá no vivía en el campus de la universidad, ella, papá y yo teníamos una casa muy bonita y clásica de colores claros y con un porsche como en las películas.
Nosotros no éramos los únicos que estábamos fuera de Forks. Los abuelos, Carlisle y Esme, viajaron a Europa en busca del vampiro que nos haría regresar a Forks “como si fuera la primera vez”; los tíos Emmett y Rosalie junto con Dominic además de Cassidy junto con los tíos Jasper y Alice estaban viviendo en Denali. Pero todo esto era temporal.

No permanecíamos separados tanto tiempo. Durante las vacaciones, feriados, y cumpleaños, todos (incluidos los lobos) nos reuníamos en Denali, junto con mis otros tíos, Carmen, Eleazar, Garrett, Kate y Tanya. Mi favorita es la tía Carmen, me encanta cuando se dirige a mí en español. El tío Garrett es muy divertido y directo, pero la tía Tanya…no es que no me agrade pero su comportamiento a veces me llama la atención.
Después de desaparecer de Forks por un tiempo (aunque siempre regresábamos a visitar al abuelo Charlie), nos pusimos de acuerdo para volver después de la graduación de mamá.
Yo quería regresar ya…quería a Jacob a mi lado otra vez.

Jake me acompañó durante mis primeras semanas aquí, pero él debía velar por la seguridad de la reservación. Así que, aunque odiara la idea de no estar con él, le pedí que se fuera…igual seguíamos en contacto.
Dom seguía devastado por la ausencia de Leah y a pesar de que Cass lucía indiferente con respecto a Seth, yo sabía que ella sufría también y es que ellos al igual que Jake no podían permanecer lejos de La Push por mucho tiempo.
Mis vacaciones empezaron hace 3 semanas y como mis notas fueron excelentes, como siempre, papá y mamá me premiaron con diversos regalos. Pronto descubrí que también era un débil intento de que dejara de sufrir por Jake…no existía cosa en el mundo que deseara más que la compañía de Jacob. Sólo verlo, eso necesitaba aunque difícil era que me conformara con sólo eso. Tanto era el deseo y la necesidad, que amenazaban con volverme loca.
Él siempre piensa en mí, hace cualquier cosa por mí, vive por mí…porque es mío. Así fue desde la primera vez que nuestros ojos se encontraron, y ahora siento que yo le pertenezco a él.

La graduación de mamá es mañana por la tarde, así que el jueves ya estaríamos viajando a Forks.
Los abuelos, que ya habían culminado su búsqueda, ya estaban llegando al pueblo más lluvioso de los Estados Unidos, al igual que Dom y sus padres.
En cambio, Cassidy, la tía Alice y el tío Jasper vendrían para la ceremonia de graduación y luego todos juntos regresaríamos a casa.
El día estuvo tranquilo pero aburrido. Ahora encerrada (porque así lo deseaba) dentro de las 4 paredes de mi habitación, escribía en mi diario recostada en mi suave cama.
Al observar el reloj que reposaba en mi escritorio sentí mi corazón golpeteando con fuerza dentro de mi pecho. Todos los días a las 9 de la noche, recibía una llamada de Jacob, escuchar su voz aliviaba mi ansiedad.

Mi madre era menos tolerante que papá en cuanto a mi relación con Jake, a pesar de aún éramos sólo amigos. Se supone que mamá es la mejor amiga de Jake por lo que sería normal que mi amistad con él no le molestaría pero luego intervino papá en el asunto.
Sé que lo de leer mentes no se puede controlar, pero en ocasiones era un fastidio que todos mis pensamientos fueran del conocimiento de mi anticuado padre. En cuánto pensé que “ser la amiga de Jake” me era insuficiente, papá alertó a mamá y los dos se pudieron estrictos en mis contactos con él.
¿Qué es lo peor que podía pasar? ¿Qué me enamorara de él? Enamorada ya estaba pero supongo que amar es distinto…un ejemplo claro son mis padres. El amor que se profesan es asfixiante y aún así me encantaría vivir ese tipo de amor.

Cuando Dominic cumplió 5 años, la fiesta fue organizada por la tía Rose. Su amor y devoción por su único hijo quedaba más que demostrado en cada una de las fiestas debido a su perfección. Aunque el tío Em aceptaba a Leah, la tía Rose no…Leah sólo quería lo mejor para mi primo y siempre permanecería a su lado.
La diversión reinaba hasta que llegó el momento en que el cumpleañero soplaba las velas y pidió un deseo, todos aplaudimos. Súbitamente Dominic agarró a Leah por la cintura y la besó en los labios. En frente de todo el mundo.

La tía Rosalie quedó en shock mientras la tía Alice tomaba fotos y mis padres, al igual que el tío Jazz entraron en pánico…por si sucedía lo mismo con Cass y conmigo.
Se podría decir que desde ese día que desde ese día mi primito tiene novia. La distancia los entristece pero no los separa…los fortalece.

La melodía de “Claro de Luna” de Debussy interrumpió el curso de mis recuerdos. En seguida de lancé hacia mi celular, que estaba a los pies de mi cama.

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—Hola—dije emocionada
—Hey Ness ¿cómo estás? —contestó con voz ronca y atractiva.
—Como siempre aburrida hasta que tú llamas—
—Sí…como siempre—rió—deberías descansar, mañana acompañaras a tu mamá en su gran día—me aconsejó.
— ¿Tú no vienes? —pregunté de forma imperiosa
—No Nessie. Iría pero surgió algo por acá y tengo trabajo pendiente—
— ¿Es algo malo? —la sola idea de que le pasara algo me perturbaba
—Aún no lo sabemos. Estamos en eso—dijo serio—No te preocupes, si hubiese algún riesgo, les avisaremos para que pospongan el viaje y claro protegeremos al resto de la familia que está a nuestro alcance.
Un nudo se hizo en garganta por lo que mi voz salió más baja—Estoy preocupada por ti—
Volvió a reír—Tenías que ser hija de Bells. No olvides que somos muy fuertes, ten confianza, ¿vale? —
—Lo siento­—reí devuelta sin verdadera felicidad. Últimamente cuando incluía a mamá en nuestras conversaciones, me invadía un enojo instantáneo.
— ¿Aún no llega Cass? —preguntó de manera que olvidé mi irrazonable enojo.
—No…supongo que por la mañana estará aquí—
—Vale, entonces le diré a Seth que la llamé en la mañana—
—Oye, Jake…te extraño mucho, desearía que estuvieses aquí conmigo—mis ojos estaban algo húmedos.
—Yo también…aunque tus padres…—
—Ellos no tienen nada que ver—musité interrumpiendolo—Esto es entre tú y yo­­—dije imponiendo mi lado rebelde.
Jacob empezó a reírse a carcajadas—Pero claro que eso es entre nosotros, pero ya sabes no puedo irme en contra de tus padres porque Bella es mi amiga y Edward…me ha tenido bastante paciencia—volvió a reírse
Solté un bufido. A veces deseo que Jake se rebeldice conmigo y me secuestre.
—Nos vemos pronto, así que no estés triste ¿vale? —me dijo con ternura. Él sabía que cuando yo me comportaba enojaba era porque en el fondo estaba triste. ¿Podría ser él más perfecto?
—Sí, por supuesto—contesté con felicidad y esperanza de que nuestra separación terminara pronto.
—Entonces…nos vemos—se despidió con duda
—Claro…bye—

Ambos esperamos en silencio a ver quien colgaba primero (no podíamos evitarlo), y lo hice yo. Él jamás sería capaz de colgarme por su propia cuenta. Sonreí con satisfacción. Era realmente mío.
Me tiré en mi cama y me arropé. Aunque mis ojos estaban cerrados mis pensamientos seguían fluyendo. Mis padres entraron a mi habitación para desearme buena noche, después me concentré en descansar.
El reflejo del sol en mi ventana y unas voces familiares me alertaron de que ya había amanecido, es decir Cassidy ya estaba aquí.
Me di una ducha, me vestí y bajé a desayunar esa horrible comida humana que papá preparaba, aunque según mi mamá, él era el mejor cocinero del mundo.
Era reconfortante tener a parte de la familia con nosotros otra vez. Los saludos no tardaron en llegar y los comentarios de la tía Alice sobre el vestuario de mamá eran típicos. Al menos en mi caso, contaba con la asesoría de Cass y ya sabía exactamente que usar.

—Y bien, ¿cómo has estado Nessie? —se sentó conmigo en mi cama.
—Súper, ayer hablé con Jake—
—Como siempre—me dijo en tono cansino
—Sí, como siempre—reafirmé—eso me recuerda que Seth va a llamarte.
—Esté bien—me contestó con indiferencia
Cass era experta en ocultar sus sentimientos, pero yo la conozco bien por lo cual sé cuando miente.
Su teléfono sonó.
—Bonjour—contestó seria
—Sí…exacto—su semblante se relajó
—Mmm…—rió
—Gracias—sus ojos brillaban—por supuesto—
—Yo también—su voz se tornó melancólica
—Bye—colgó.

—No deberías hacer eso—le reproché
— ¿Hacer qué? —preguntó confundida
—Fingir que todo sigue igual entre Seth y tú, le mientes a él y a ti misma—
—Claro que no—replicó frunciendo el ceño
—Claro que sí, estás guardándote lo que sientes y un día vas a explotar—

Ella solo rió a carcajadas ignorándome. Se levantó de la cama con rapidez y elegancia y trajo una de las maletas. —Tu vestido está precioso—cambió el tema de conversación con una gran sonrisa.
Entorné los ojos, ella era terca. Trataba de pasar la mayor parte de su tiempo con su papá, para hacerlo feliz antes de que todo se vuelva definitivo; y no faltaba mucho. La paciencia de Seth se acababa. Él siempre fue tranquilo pero los consejos de Leah o el libre albedrío que Jake le dio, lo volvió más exigente. Cada vez que se encontraba con el tío Jasper, una pelea de miradas envenenadas se desataba, hasta que Cass o la tía Alice intervenían.
No nos tardamos mucho en arreglarnos para el evento. Mamá lucía un despampanante vestido negro por lo que papá no dejaba de mirarla y besar su mano.


Durante el camino a la universidad, recibimos una llamada del abuelo Carlisle para avisar que ya estaban en Forks, y que todo allí era borrón y cuenta nueva, al menos para los conocidos como el abuelo Charlie y la gente de la Push, todo seguía igual.

En un momento papá, que estaba hablando con el abuelo, le pasó el celular a Cass, que se sentaba a mi lado en el auto.

—Hola querido—dijo ella sonriendo
Tenía que ser Dominic. La relación entre ellos siempre fue tan…extraña. Parecían enamorados. Si Seth y Leah no existieran, Cass y Dom serían la pareja perfecta y en ocasiones, así se comportaban.
En cambio, mi relación con él era de hermanos. Me trataba como si yo fuera su hermanita aunque él fuera menor que yo. Tan sobreprotector como papá y el tío Jazz.
Y claro mi querido primo es el chico perfecto, de eso no hay duda. Cariñoso, talentoso, inteligente, caballeroso, guapo, paciente…absorbió las mejores cualidades de los hombres de la familia Cullen. No le envidiaba nada a nadie y era…modesto, cosa que sorprende siendo el hijo de la tía Rosalie.
—Sí, no te preocupes—seguía diciendo Cass.
—Nessie está aquí a mi lado—
—Él te manda saludos­—me dijo ella. Le sonreí en respuesta.
—Si, ya sé. Claro, eso es obvio—continúo diciéndole
—Bye, besos…sí, yo también te quiero—
Colgó y me sonrió mostrando sus destellantes dientes, al igual que la tía Alice.

La ceremonia fue tan desesperante. Era como si justamente hoy, las horas pasaran más lento. O quizás era mi deseo de salir de aquí y tomar el primer avión que me llevé a Atlanta.
La tía Alice empezó con la fiesta de fotos desde que mamá fue nombrada para que recibiera su diploma hasta que salimos del salón de actos.

Apenas llegamos a la casa, llevé a Cass a mi habitación y empezamos a hacer mis maletas. Ese día no pude dormir, conversé con Jake como por 2 horas en el teléfono, acerca de la graduación entre otras cosas. Si hubiese sido humana, la cara me estaría doliendo por tanto sonreír mientras oía su voz.
Cass me dio privacidad.
Ella dormía en el cuarto de invitados, mientras el tío Jasper vigilaba sus sueños. Aunque hace tiempo había perdonado a su padre biológico, el tío Adrien, las pesadillas permanecían…o eso creía el tío Jazz. La verdad es que ella las superó hace como 3 años, cuando Seth le regaló una tobillera (hecha a mano). Pero ni ella ni papá le dirían la verdad, porque él era feliz así.

A las 7 de la mañana del día siguiente yo estaba somnolienta. Mis ojos recién se cerraron a las 3 de la madrugada, pero nada de eso importaba…sólo Jacob.
Me bañé, vestí y saqué mis maletas. Todos me esperaban abajo. Cuando salimos de la casa no pude evitar mirar atrás…ese había sido un hogar temporal pero agradable, del cual tendría muchos recuerdos.

A las 9:30 cuando abordamos el avión. Me senté junto a Cassidy, ella siempre encontraba la manera de entretenerme o hacerme reír. Interrumpimos nuestra conversación al percatarnos como un par de azafatas no retiraban sus miradas de nuestros padres, para luego suspirar resignadas al reparar en las 2 bellezas que los acompañaban (nuestras madres). Sin embargo, esto no les quitaba las ganas de hacerse notar…eran unas completas lanzadas.
Mamá, que siempre se consideró a sí misma como egoísta y celosa, se molestó por las azafatas coquetas, entonces colocó su cabeza en el hombro de papá y empezó a besar su cuello. Papá acariciaba su mejilla y cerró los ojos, manteniéndolos así por el resto del viaje. La tía Alice no necesitó nada de eso, ya que fue el propio tío Jasper que se inclinó sobre ella para besarla en varias ocasiones…no le quitó los ojos de encima en ningún momento.

No me di cuenta cuando me quedé dormida pero mis labios dibujaron una sonrisa cuando mamá me dijo: — ya llegamos—