Narrado por Leah
Ya había pasado un día desde la mega-fiesta de Nessie. Fue una mega-fiesta de verdad. La decoración, la música, la comida….todo fue impresionante. Supongo que es así cuando se tiene el todo el dinero del mundo. Si Nessie fuese como otros bebés, no hubiera valido la pena. Pero no lo es. Ella es diferente al igual que él, Dominic.
Me desperté en mi cama, otra vez pensando en él.
Seth y yo decidimos turnarnos, un día él y otro día yo, para acompañar a mamá aquí en casa. No nos quedábamos todo el día. Es sólo, durante la noche y a la hora de comer, el resto del tiempo estábamos en la mansión de los chupasangres. Aunque quisiera, no puedo pasar mucho tiempo alejada de aquella casa, ya que el único pensamiento que mi mente registra durante el día, es el adorable bebé rubio que ahora forma parte del clan Cullen.
Me metí en la ducha y dejé que el agua fría rodara por mi cuerpo, calmando la tensión en mis músculos, tensión que se ha ido acumulando con el pasar de los días, tensión causada por una rubia muy irritante.
Observé con detenimiento el lugar donde hasta hace unas horas había estado una cicatriz. Aunque ya no esté grabada en mi piel, siempre recordaría como me la hice…
Dominic salió a cazar con Emmett, Bella, Jacob y Nessie; yo los seguí…sólo para asegurarme de que él estaría bien. Me volví tan sobreprotectora como la rubia insoportable que él tiene como madre.
Jacob y Nessie estaban encerrados en su mundo de competencias de “yo tengo el más grande” y cosas por el estilo. Mientras tanto, el pequeño que ahora el centro de mi universo, observaba sus potenciales presas. Lucía tan pequeño e indefenso…pero no lo era. Aún sabiendo esto, no dudé em interponerme entre él y un osezno, que se había tornado agresivo. El osezno era más pequeño que yo, pero una de sus patas delanteras golpeó mi cuello tumbándome al piso. Con las garras de la otra pata delantera aruñó mi brazo. Pensé en entrar en fase en ese momento para darle su merecido, pero de pronto el pequeño oso fue derribado en menos de un segundo por Dominic.
Jacob y Nessie dejaron su juego al percatarse del altercado, Bella y Emmett se acercaron para asegurase de que todo estaba bien, en tanto mis ojos se quedaron fijos en la escena: como ese bebé tan aparentemente frágil desgarraba con cierta furia, el cuello del ahora indefenso animal.
Cuando la herida se cicatrizaba, me senté y sacudí mi cabeza para quitar el pasto que quedó en mi cabello. Dom se acercó a mí lentamente mientras retiraba los restos de sangre de su boca. Sus ojos se tornaron tristes. Me tomó un minuto darme cuenta de que él estaba preocupado por mi bienestar. Sonreí ante este hecho y me atreví a acariciar su brillante cabellera –No te preocupes, estoy más que bien-
En el momento en que una sonrisa se dibujaba en sus labios, todo a mi alrededor se hizo invisible…
La voz de mi madre, quien me llamaba para desayunar, me trajo de vuelta a la realidad. Tenía un gran día por delante. Salí de la ducha, me puse unos jeans nuevos y una blusa oscura sin mangas, y me hice una coleta. Mi madre me abrazó, como hacía siempre que saludaba, y me senté a desayunar. A continuación emprendí un pequeño paseo por la playa.
Ví algunas parejas tomándose de las manos, abrazándose, besándose, y ni siquiera me molestó. Me encontraba tan agradecida por estar imprimada. Desde que quedé hipnotizada por los ojos azules del rubio mitad vampiro, mi corazón dejó de sentirse desdichado y mi mente dejó de registrar a…Sam, aquel sentimiento que había acabado con mi felicidad ya no estaba.
Por fin Sam y Emily dejarían de preocuparse por mí.
Esta clase de reflexiones me llevaron a dar media vuelta y dirigirme a casa de mi prima.
De camino hacia allá me encontré con algunos de los chicos de la manada. Al entrar a la casa de Emily noté la presencia de Quil…si él estaba aquí entonces Claire también.
-Hola-me saludó la pequeña Claire.
-Woah, que linda te ves ¿A dónde vas?-
-A la playa a jugar con Quil-me contestó mientras se acercaba a la puerta.
De reojo miré a Quil. Él sonreía al verla. Si antes esto me parecía tonto o extraño, ahora que lo estaba viviendo en carne propia podía comprenderlo. Quil se levantó y la siguió.
De unas de las habitaciones salió Emily mientras decía:-tengan cuidado y diviértanse-
-nos vemos-les dije a los dos
-Oh…buenos días Leah-musitó mientras entraba a la cocina
-buenos días-yo la seguí hasta allá y me senté em una de las sillas.
-¿qué te trae por aquí?-peguntó al tiempo que me ofrecía un vaso de jugo.
-¿no puedo venir a visitarte?-le repliqué sarcásticamente
-¡Claro que puedes! Pero tú sabes a qué me refiero-contestó en tono cauteloso
-Con respecto a eso-comencé a decir-ya no es necesario que tú y Sam se preocupen por mis sentimientos-tomé un poco del jugo-esto de la imprimación te cambia la vida para bien-
Emily se sorprendió. Sus ojos se entrecerraron, como dudando, después al notar mi sinceridad los abrió y esbozó una amplia sonrisa.
-¿Quién es el afortunado?-
-Ehm…su nombre es Dominic…él es un mitad vampiro-bajé la mirada hacia el vaso que tenía entre mis manos.
-Oh, lindo nombre-
-No sólo el nombre es lindo-pensé
-¿Lo conociste en casa de los Cullen?-preguntó de manera casual mientras lavaba los platos.
-Sí…él es el bebé que trajo el Dr. Cullen hace unos meses atrás. El hijo de la rubia antipática Rosalie-
-¡Qué suertudo ese niño!-rompió a reírse a carcajadas-Ahora tiene a dos mujeres temperamentales que van a sobreprotegerlo y mimarlo-
-No será así si Rosalie me mata primero…no que no lo haya intentado-levanté la vista para observar su reacción.
-No creo que lo haga-dejó de reírse-Ella es su madre. No se atrevería a hacer algo que le perjudicara. Sé que eres igual de importante para él como lo es Jacob para Nessie. Así que…no pelees ¿de acuerdo?
Me limité a asentir. Sus palabras me hicieron sacar conclusiones: Aunque yo no quisiera, aunque Rosalie no quisiera, las dos íbamos a estar muy cerca ya que Dominic nos ataba.
-Gracias-le dije sonriendo con más sinceridad de la que recuerdo haber tenido alguna vez.
-De nada… ¿ya te vas?-
-Sí. Quiero saber si Seth bo ha sido devorado por los Cullen o algo así. Nos vemos Emily.-
Nos abrazamos-Hasta luego, Leah-
A penas salí de la casa, me encontré con Sam. Me quedó mirando algo sorprendido, luego sacudió la cabeza y sonrió. Pasó a mi lado y me susurró:-me alegro por ti, en serio. Espero que seas tan feliz como lo somos Emily y yo-
Y luego el entró a la casa. Me quedé congelada. Era la primera vez que me encontraba con Sam desde la imprimación. Era la primera vez, que su sonrisa no me deslumbraba. Era la primera vez que mi corazón seguía completo después de recordar porque él ya no estaba conmigo.
Nunca pensé que sería tan liberador…estaba tan relajada, tan feliz. La felicidad se esparció por todo mi cuerpo, como si mi sangre la transportara hasta último rincón de mi organismo.
Salí corriendo, directo a la mansión de los Cullen…a reencontrar la parte de mi corazón que dejé allá con él…
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