miércoles, 28 de abril de 2010

Dominic

DOMINIC
Narrado por Bella:
…todos escuchamos los neumáticos del Mercedes de Carlisle mientras estacionaba en el garaje. Esme sonrió y dijo: -ya llegó
Nos reunimos en la entrada, mientras él bajaba de su carro…de repente nos tensamos…Carlisle no venía sólo. Escuchaba los rápidos latidos de un corazón junto con él. Edward estaba relajado pero yo no podía dejar de abrazar a mi hija…solo precaución…sé que Carlisle no arriesgaría a su familia.

Esme abrió la puerta emocionada y allí estaba él tan brillante como siempre, pero traía algo en sus brazos… ¿una manta?
-buenos días, mi querida familia-dijo con una sonrisa de “todo está bien”.

Nadie contestó. Nos quedamos viendo el bultito que él traía y cuyo corazón latía igual de rápido que el de Reneesme.

Esme sea cercó a él y le dio un tierno beso en los labios, después susurró-te extrañé mucho- con una voz en extremo aterciopelada.
-Y yo a ti más-contestó él de la misma forma.

-¿Entonces él también es un híbrido?- preguntó Edward de forma repentina pero con calma.
-Sí, él también es un híbrido-contestó Carlisle mientras se sentaba en uno de los sofás de la sala. Carlisle quitó la manta y lo que ví no me pareció real. Era un niño blanco, con mejillas sonrosadas y un cabello rubio y liso que competía en belleza con el cabello de Rosalie. Estaba con sus ojitos cerrados, pero sus pestañas rizadas y sus labios entreabiertos, nos arrebató el aliento a todos.

Esme se sentó junto a él en el sofá y empezó a acariciar al niño. Reneesme se retorció en mis brazos, ella también quería saludarlo.

Rosalie se sentó al otro lado de Carlisle y se quedó mirando al niño completamente anonadada para luego decir: -¿puedo…?- y extendiendo sus brazos hacia Carlisle.

-Claro Rose, adelante- dijo mientras ponía al niño en el regazo de Rosalie.
Ella empezó a mecerlo y a tararear una nana…Emmett se colocó a su lado mirándola con ternura.

-¿Cómo lo vas a llamar Rose?-preguntó Alice, de forma divertida.
Hmmm...Creo que…Dominic-mencionó ella algo pensativa.
-Lindo nombre- dijo Esme sonriendo.
-¿puedo saludar a Dom, mami?-me preguntó Reneesme
-claro-dije mientras la dejaba en el suelo. Ella se acercó despacio hasta Rose y colocó su manita en la mejilla de aquel hermoso niño.
-Bienvenido, Dominic-dijo ella con voz musical.

De repente el niño abrió sus ojos alarmado y comenzó a mirar a todos lados. Me quedé con la boca abierta. Sus ojos eran azules como un cielo sin nubes y tan…profundos como alguien que tiene grandes secretos.
Está buscándote Carlisle-susurró Edward sonriendo.
-Hmmm…-dijo al mismo tiempo en que acercaba su apacible rostro hacia el pequeño-aquí estoy Dominic-éste sonrió. Rose se sorprendió y Edward rió también. Su sonrisa era tan linda y dulce como la de Reneesme.

-¿Y cuál es la historia?-preguntó curioso Jasper.
-La mujer que pidió mis servicios en Chicago, es la abuela de Dom-comenzó a relatar Carlisle mientras observaba a Rose mecer al niño.-Estaba preocupada por el embarazo tan veloz de su único hija, Kate- su rostro se entristeció de repente-la Sra. Estaba realmente asustada y preocupada por el estado de su hija-hizo una pausa para mirarme-pero Kate no estaba nada asustada, ella solo quería que yo ayudara a su bebé…y así lo hice, pero- dudó un momento como pensando en las palabras correctas-no logré salvarla-Esme besó con ternura la mejilla de Carlisle como para confortarlo.
Todos pudimos observar como el niño arrugaba el ceño, creo que iba a llorar pero Rose besó su frente y empezó a tararear otra canción.

-¿y el papá?-pregunté casi arrastrando las palabras.
-Seguramente él no sabía del embarazo-dijo Carlisle mientras le sonreía a Dom.
-¿Y la abuela? ¿No lo quiere?-preguntó Rosalie con interés.
-No…ella sabía que algo no estaba bien…no quiso…-dejó la frase incompleta al tiempo que miraba a Rosalie con una expresión insondable.

-¿Puedo…puedo adoptarlo?-dijo Rosalie emocionada como un niño en una juguetería.
-Si Emmett quiere ser papá, ¿por qué no?-ahora Carlisle le guiñaba un ojo a Emmett.
Rosalie miró a su esposo y éste le sonrió de oreja a oreja para luego contestar: -Claro que sí quiero, además ya necesitaba un descanso después de tantas lunas de miel-
Y luego empezó a reírse a carcajadas.
-Hola bebé, ahora vas a estar bien, te lo prometo-le decía Rose a el niño con una voz melosa mientras todos sonreían al verla.

La felicidad de Rosalie nos contagió a todos. Por fin ella había cumplido el sueño de su vida, un sueño que le había sido arrebatado en el momento en que su vida pasó a llamarse existencia.
Encantados por nuestra hermosa existencia cada uno volvió a sus actividades, ahora que Rose tenía una nueva responsabilidad, era una cosa segura que Alice me iba tener secuestrada planeando el primer cumpleaños de mi hija. Yo estaba emocionada por ese acontecimiento pero mi aversión por las grandes fiestas seguía intacto. Alice deseaba hacer 2 fiestas en una, aparte del cumpleaños de Reneesme quería celebrar mi primer año como vampiro .Edward me ayudó mucho con eso, no sé como, pero convenció a Alice de aplazar la fiesta, ese acuerdo entre ellos hizo que por alguna razón me sintiera nerviosa, pero lo olvidé en cuanto mi hermoso vampiro de cabello cobrizo me comentó los nuevos planes.

Un fin de semana para nosotros solos, ¿hay algo mejor que eso? Y la respuesta es por supuesto que no. Iba a extrañar a mi bebé pero ¡rayos…un fin de semana a solas con Edward!…él y yo por 48 horas solos…en una cama…de sólo pensar ya estaba más que emocionada. Jasper me miró serio y luego sonrió y yo decidí contestarle a Edward su eterna pregunta. Le permití ver lo que pensaba y no pasaron ni 3 segundos y me sacó prácticamente volando de la casa de Carlisle, seguramente para ir a la nuestra y cuando llegamos…

-Creo haberte mencionado antes lo pobre que es mi autocontrol-me dijo él con una voz tan seductora que debí pensar antes de contestar, traté de emplear el mismo tono insegura de si funcionaría o no.
-Sólo quería mostrarte que tan de acuerdo estoy con nuestros planes para mi cumpleaños-
Edward me recostó en la cama mientras sus dorados ojos se derretían en los míos. Luego haciendo uso de su increíble autocontrol se levantó de la cama y se quedó parado frente a mí.
-vas a preguntarme algo, ¿verdad?-me interrogó de repente. Él sabía que si su autocontrol era pobre entonces el mío estaba ausente y que en el momento en que hubiéramos atravesado la puerta de la habitación, yo me hubiera lanzado sobre él.
-Hmmm…en realidad sí- le contesté mientras echaba mi cabello hacia atrás para mostrar mis hermosos y pétreos hombros.
-¿y qué es?- dijo mientras se acercaba sigilosamente hacia mí.
-¿cuál fue el trato exactamente? ¿Qué le diste a Alice para que cambiara de opinión?-estaba realmente ansiosa por la respuesta, viniendo de mi pequeña pero astuta cuñada podía ser cualquier cosa.
-pues…una segunda boda…tu primera boda como vampiro será el día de tu cumpleaños-dijo tan rápidamente como para que no me diera cuenta.

Estuve a punto de reclamar pero él me calló con uno de sus increíbles besos que me dejan sin aliento. No pude preguntar más por ese día. Y esa noche Reneesme durmió con sus abuelos.

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