Narrado por Bella
Otra mañana más de mi vida perfecta, rodeada por los estupendos brazos de mi eterno amante, deseando que esto no terminara nunca.
Hace unas horas que habíamos vuelto de la isla Esme, después de disfrutar nuestra luna de miel. Y aunque me hubiese encantado quedarme tumbada en la cama todo el día admirando a Edward, ahora era momento para un poco de seriedad. Carlisle había hablado con Edward apenas cruzamos la puerta de la casa, ya que él había escuchado algunos comentarios…
Edward y yo nos levantamos, fuimos a ver a Reneesme y nos dirigimos a la casa de Carlisle para discutir un asunto que nos concernía a todos.
Teníamos un problema…que necesitábamos resolver urgentemente.
-Las personas comienzan a sospechar- empezó a decir Edward cuando todos nos encontrábamos reunidos en la sala- ven a Carlisle todos los días, ya ha pasado un tiempo y él no envejece-
-Ni lo hará- dijo Emmett mientras entornaba los ojos
-Eso significa que…tendremos que irnos- farfulló Rosalie con el ceño fruncido.
Carlisle asintió. Esme tomó su mano.
-Vamos, no es el fin del mundo, querida- comentó Emmett con sus brazos alrededor de Rose- siempre podremos volver, además te encanta viajar.
-¿Pero y el abuelo?- preguntó mi tierna hija preocupada.
No recordaba que los niños aún se encontraban aquí.
-No te preocupes, lo solucionaremos- le contestó Edward muy seguro.
Yo fruncí el ceño. Bueno era obvio que yo iría a la universidad de Darmouth por lo que tendría que salir de Forks, pero esto no sería algo permanente, siempre podría visitar a Charlie y los demás iban a quedarse, pero con este nuevo acontecimiento…
-¡¿Qué tal si salimos a jugar?!- sugirió Esme a los niños con una hermosa sonrisa.
Los niños se alegraron y se dirigieron corriendo hacia la puerta. Jake, Seth y Leah los acompañaron. Yo ya estaba acostumbrada a la mirada cabizbaja de mi amigo lobo cuando recordaba que nos llevaríamos a Reneesme con nosotros a New Hampshire, claro que ahora los hermanos Clearwater se unieron a la tristeza de Jake, ya que los demás también se irían y quien sabe adónde.
-¿Podríamos ir todos a Denali?- ofreció Rosalie con una sonrisa de esperanza.
-Sí, podríamos pero estaríamos exponiéndolos a ellos también. Incluso sin Edward, Bella y Reneesme somos demasiados.-atajó Carlisle.
-¿Ves algo Alice?-preguntó Edward.
-Sí, pero no muy claro. Rosalie está indecisa-
-Cassidy, Alice y yo podemos ir a Europa, a un país frío, no habría problemas- mencionó Jasper.
-Jazz, te olvidas de Seth, no podemos alejarnos demasiado- le recriminó Alice. Jasper torció el gesto.
-Si hablamos de cercanía, opino que Denali es la mejor opción- opinó Emmett –además quién se puede resistir a la ternura de nuestros niños- empezó a reírse.
-Tendremos que hablar con Tanya y con Kate- musitó Carlisle. Edward lo observo unos segundos…
-¿Ustedes no van?- preguntó Edward a Carlisle algo angustiado.
-No…no nos van a acompañar- aseguró con seriedad Alice.
-Esme y yo buscaremos la solución a nuestro problema. Un vampiro cuya habilidad nos ayudará a regresar a Forks otra vez-
-¿En serio?- hablé por primera vez -¿en dónde está?-
-Aún no lo sé, pero tengo algunas pistas-
-Los extrañaremos mucho- murmuró Edward con tristeza.
Me percaté de que todos sentíamos la proximidad de una nueva despedida, esta vez indefinida.
-Lo sé, pero siempre podremos reunirnos en Denali- contestó Carlisle mientras colocaba su mano sobre el hombro de mi esposo.
-Pensemos en como se lo diremos a los niños-comenté. Serían ellos los que sentirían más lo de la separación de la familia.
Carlisle fue enseguida a llamar por teléfono a Eleazar, yo estaba segura de que nadie se negaría a la presencia de mis cuñados y mis sobrinos.
-Hmmm-murmuró Alice. Todos la observamos y Jasper se colocó a su lado. Los ojos de mi adorable cuñada empezaron a moverse sin dirección fija, mientras su cuerpo se tensaba.
-¿Quiénes son?-preguntó Edward con irritación.
-No lo sé- contestó Alice –están cerca pero parecen perdidos-
-¿Cerca de dónde?- intervino Rose-Es mejor que vayamos por los niños-
-¿Y arruinar sus últimos días juntos? ¿No es eso cruel?- opinó Emmett.
-Esperemos- decidió Carlisle-Sabemos que zonas usan los niños para jugar, si Alice los ve cerca, intervendremos-
Todos asentimos pero hasta yo me puse ansiosa, la paciencia no era una de mis cualidades.
Narrado por Esme
Me fascinaba salir a jugar con mis nietos… ¡woah, nietos! Esa era una palabra que hace poco me hubiera resultado imposible pronunciar pues la posibilidad de tener nietos se acabó en el momento en que mi vida como humana terminó.
Después de la muerte de mi bebé, pensé que jamás volvería sentir la dicha de ser madre pero estaba equivocada.
Carlisle me dio todo: una nueva vida con habilidades fuera de lo común que me transformaron en una mujer fuerte que nunca más sería maltratada por un hombre…nunca más porque Carlisle sería incapaz de eso; su amor fue una de las cosas más importantes que él me regaló, jamás seré capaz de amar a alguien con tanta pasión como lo amo a él; y Edward, mi primer hijo el cual ya estaba con Carlisle cuando me integré a la familia…Carlisle me dio todo y me lo sigue dando…aparte de más hijos ahora soy abuela de 3 hermosos semi-vampiros tan especiales que ya se ganaron un lugar en el corazón de todos con el sólo hecho de haber nacido.
A pesar de que mis hijos estén en contra de la imprimación, a mí me encanta la idea. Tal vez sea porque soy una romántica empedernida, pero creo que la imprimación es algo hermoso: tener a tu alma gemela desde el momento que naces, saber que esa persona estará tu lado pase lo que pase, algún día convertirte en uno con esa persona; de verdad creo que mis nietos se ganaron la lotería con eso.
Además los chicos Quileutes son buenos, amables, valientes y divertidos, pero mis hijos son ciegos de ver aquello, aún están en la etapa de “mi hijo es sólo para mí” y aquello puede durar años en especial para Jasper y Rose.
-Hey abuelita, ¿quieres una flor también?- me preguntó Dom sacándome de mis cavilaciones. Él sonreía mientras sostenía un ramo de fresias en una mano, mientras con la otra se agarraba del lomo de Leah.
Me acerqué a ellos. –Gracias, querido son hermosas- sin duda este pequeño destrozaría corazones en la secundaria. La extraña combinación de mi esposo y Emmett han creado al caballero perfecto.
Luego me acerque a las niñas cada una con sus flores. Nessie estaba abstraída con Jacob pero Cass…me daba la impresión de que Jasper estaba confundiendo a la niña de modo que ella no puede estar completamente feliz cuando está con Seth.
-Aprovecha el momento- le susurré, ella sólo me sonrió.
-Los reto a una carrera-gritó Reneesme-el primero que llega al lago gana-
-¿Cuál es el premio?- preguntó Cassidy con una mirada arrogante.
-Que sea…el primer león que encontremos en nuestra próxima caza- sugirió Dominic -¿les parece bien?-
-Sí- contestaron mis nietas al unísono.
-Ok, entonces yo seré jueza de la competencia, no quiero trampas…algo me dice que han aprendido malas mañas de sus padres- les dije con una sonrisa.
Todos se pusieron en posiciones…los niños serían los jinetes de los lobos, pero les sugerí que no fueran muy rápido. Si sus padres se enteraran se pondrían enojados.
-¡En sus marchas, listos, fuera!-anuncié.
Los 3 salieron a gran velocidad y yo fui detrás de ellos, Leah tomó ventaja desde el inicio pero Jake de verdad quería ganar. Seth parecía sólo disfrutar de la carrera y de la compañía de Cass, y el sentimiento era mutuo por parte de ella. Por un segundo me pregunté como reaccionaría Jasper ante ésta situación.
Jacob rebasó a Leah cuando dieron la vuelta por un gran roble por lo que él estaba más cerca de la meta, perdí de vista a Seth.
Leah apresuró el paso levantando gran cantidad de polvo a su alrededor…pero no logró alcanzar a Jacob. Éste estaba a punto de ganar pero de repente Seth apareció de la nada con un gran salto, situándose delante de Jake y ganando la carrera.
Fue contagiosa la risa de Cassidy cuando la declaré ganadora.
-Gracias, Seth. Eres el mejor- lo felicitó mientras besaba su hocico.
Nessie y yo sonreímos ante tanta ternura mientras que Dom se puso serio, no enojado, sólo que no le gustó lo que vió, esto me dejo algo confundida. ¿Él se estaba enamorando de Cass, siendo tan chiquitos?
No tuve tiempo de pensar mucho en aquello, los gruñidos de Leah llamaron mi atención.
-¿Qué sucede?-pregunté pero luego descubrí el por qué de la reacción de Leah.
Pude divisar a dos vampiros a unos cuantos metros…no eran conocidos para mí.
Los 3 lobos a mi alrededor gruñeron.
-Esperen- ordené.
¿Los Vulturis? No lo creo,pensé.Alice los habría visto venir como la última vez. Sin pensarlo me puse a la defensiva, protegería a los niños a toda costa.
-Si el asunto va mal, yo los distraeré y ustedes llevaran a los niños a casa, ¿de acuerdo?- les susurré casi gruñendo.
Seth ronroneó triste pero sabría que obedecerían. Los niños se inquietaron.
Ellos se acercaron lentamente y muy cautelosos.
-No parecen peligrosos- murmuró mi nieto. Y así era. Eran altos, uno lucía una cabellara castaña clara mientras que el otro tenía un cabello negro oscuro. Ambos vestían ropas negras y aunque sus rostros estaban tristes hace un momento, en cuanto nos vieron, sus expresiones cambiaron. Al menos sus ojos eran de un tono dorado-ámbar.
Se acercaron hasta estar frente a frente con nosotros.
-Buenos días caballeros, ¿se les ofrece algo?- hablé con la mayor tranquilidad de la que fui posible.
-Sí, claro-contestó el de cabello castaño-buscamos al Doctor Carlisle Cullen, nos dieron indicaciones de que él vive por aquí-
¿Buscando a Carlisle?
-Sí, soy su esposa. Nosotros vivimos por aquí, podría llevarlos pero primero necesito saber el motivo de la visita- empecé a respirar con mayor velocidad.
-Los niños- dijo el de cabello negro-vinimos por ellos…son nuestros-
1 comentario:
nuestros queeee??? nuestros qqqqqqqquuuuuuueeeeeeeee????!!!!
jajajaj!!
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